Detesto esos trabajos que hice para el colegio. Sí, esos, esos en donde lamentablemente escribí: "No puedo hablar de X sin antes mencionar BLA BLA BLA". Tonta frase hecha. Y sin embargo podía escribir montañas de frases así:
- No puedo hablar de Araceli González sin antes mencionar lo buena que está su hija.
- No puedo hablar de la genealogía sin antes mencionar que mi árbol es muy pequeño porque no tengo idea de quienes son mis tatarabuelos.
- No puedo hablar de los perros callejeros sin antes mencionar que conocí una que se llamaba Chocli.
Y etcétera. Pero no me quejo. No, siempre fui un poco tonta, como la frase.
Al margen... cómo olvidar ese trabajo de Filosofía donde cité a Enrique Pinti. Cómo olvidar la risa de Danis cuando en el acto académico me llamaron Graciela en vez de Gabriela. Cómo.